Aprender a maridar

Todo es lícito en gastronomía, pero no todo es adecuado

¿Quieres aprender a maridar tu comida para triunfar en ocasiones especiales?

Aprender a maridar vino y comida no es difícil cuando se tiene un mínimo de conocimientos, sensibilidad y buen gusto. El éxito de una velada entre amigos dependerá en parte de ello y de otros aspectos, no propiamente gastronómicos, que influirán enormemente en la experiencia final: el lugar, la compañía, nuestro estado anímico, etc.

Un buen amigo tuvo el peor dolor de cabeza de su vida (literalmente) un día en que, por fanfarrón –siempre presumía de sus habilidades culinarias– se vio forzado a cocinar para un reducido grupo de amigos cuando estos le reclamaron, medio en serio medio en broma, que les demostrase su destreza frente a los fogones.

Lo cierto es que lo de mi amigo fue todo un éxito, pero el terrible dolor de cabeza que sufrió, grabó en su mente de forma indeleble la primera de las tres reglas a considerar cuando tienes invitados y quieres complacerlos.

Las 3 reglas a considerar para tener éxito en tus reuniones

Cocinero sosteniendo un pescado por la cola

No hagas inventos!

Eso es lo que hizo mi amigo; enfrentarse por primera vez con un «foi» la fatídica noche de la memorable cena. Todo un reto!

La presión del tiempo, que se le echaba encima, su temperamento perfeccionista, y la sensación de que estaba perdiendo el control, desembocaron en un terrible dolor de cabeza que le impidió disfrutar de la comida, de la velada, e incluso de los sinceros elogios que le brindamos los que le pusimos en la boca del lobo.

Cocinar es una meditación. Debes sentirte a gusto, relajado; y eso solo lo conseguirás en un entorno que te sea familiar, en el que te sientas cómo pez en el agua. Eso es: cocinando algo que controlas.

Dados negros sobre terciopelo rojo

No elijas el vino al azar!

Si quieres que tu comida sea un éxito, no elijas el vino al azar ni en el último momento. Tampoco permitas que los invitados te lo traigan, a menos que te hayan consultado previamente.

Esto último puede ponerte en una situación incómoda si el vino no marida con lo que cocinaste. Tendrás que elegir entre arruinar tu comida o poner en riesgo tu amistad!

Si por el contrario estás iniciándote en este fantástico mundo del maridaje, te ofrecemos aquí la oportunidad de adquirir algunos conocimientos básicos que te permitirán realzar tus elaboraciones culinarias con una buena elección del vino.

Manos y rostro de chica manifestando rechazo

No discutas en la mesa!

No discutas durante la comida. Por exquisita que esta sea, una apasionada discusión entre los comensales anulará, o cuanto menos, inhibirá, nuestra capacidad de goce. Y nos amargará la fiesta!

Aquellas deliciosas madalenas que nos preparaba la abuela (¡las mejores del mundo!) y cuya receta nos heredó, lo son porqué van asociadas a momentos excepcionales, al recuerdo de una persona amada, a un bello paisaje de nuestra cándida infancia.

Si no tienes esto en cuenta, todo tu trabajo y buen hacer habrán valido nada o casi nada.

El primer aspecto, y el último, de los tres mencionados, dependen exclusivamente de ti.

Pero si quieres aprender a maridar, sigue leyendo.

Te ofrecemos la oportunidad de adquirir gratuitamente un pequeño documento.

Portada del libreto sobre maridaje

Este documento, en formato pdf, no es una guía ni un manual de instrucciones. Se trata de una herramienta que te permitirá construir maridajes aplicando criterios en lugar de fórmulas.
Dirigiremos tu mirada a los aspectos a considerar, tanto del vino como de la comida, para que, en base a ellos y a tu gusto e intención, decidas qué va a maridar con qué.
La teoría te ahorrará algunas botellas, pero, en definitiva, siempre tendrás que probar.

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